lunes, 1 de julio de 2013
Hace tiempo que la pizarra ha abandonado los salones de clase para instalarse en gran variedad de otros espacios, ha invadido nuestros hogares, oficinas y lugares de ocios, y es que mas allá de su función practica la pintura de pizarra constituye un elemento decorativo fácilmente renovable, basta con borrar el diseño anterior y crear uno nuevo tantas veces como queramos.
Aun así por un tema de limpieza no todo el mundo se atreve a utilizarla y puede resultar intimidante colocarla cerca de los alimentos, por eso hoy quiero sugerir pequeños detalles que nos permitirán incorporar esta tendencia muy original sin complicarnos mucho la vida.
La pintura de pizarra es ideal para sorprender a nuestros invitados con una forma creativa de presentar los platos o entremeses con lo que los agasajamos, personalizar sus copas o posavasos les permite ademas identificar su bebida.
Para nuestro día a día en la cocina, especialmente si se tienen niños, pintar la mesa, tazas y manteles individuales les dará algo con que entretenerse.
